Cómodo sendero que rodea un bello cono volcánico y se introduce en su cráter; además muestra una magnífica vista del Valle de La Orotava y del mar de nubes que lo puede cubrir. También es un buen lugar para observar la transición del bosque de pino canario al matorral de alta montaña. Destacan, entre los materiales volcánicos que formaron el cono, las grandes bombas volcánicas acumuladas en sus laderas. Al tratarse de una zona de contacto entre los retamares con el bosque de pinos, a las aves más características del Parque, como el mosquitero canario, el bisbita caminero y la curruca tomillera se unen otras más propias del medio forestal como pinzones azules, herrerillos, mirlos y petirrojos. No es rara tampoco la presencia del gavilán, una rapaz más propia de bosques que de parajes abiertos. Entre los muchos invertebrados puede destacarse la “lagarta del pino” (Calliteara fortunata) una llamativa oruga de largos pelos y color vistoso que vive tanto sobre retamas y escobones como sobre los pinos.
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