Los primeros datos que se poseen acerca del convento de Santa Catalina de Siena se remontan a la primera mitad del siglo XVI. En 1524 el Cabildo de Tenerife proyecta la fundación de un monasterio de religiosas en los terrenos que el Adelantado y el Cabildo habían destinado a los monjes dominicos. En su interior destacan sus retablos y la rejería que separa la zona de clausura y que data del siglo XVII. En la Capilla Mayor se encuentra un gran retablo presidido por la imagen de la Virgen del Rosario, a la izquierda se halla la imagen de Santo Domingo de Guzmán y al lado derecho se encuentra la imagen de Santa Catalina de Siena (titular del convento). En su interior se conserva el cuerpo incorrupto de María de León Bello y Delgado, llamada popularmente "La Siervita".
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